La anemia afecta a una cantidad considerable de nuestros niños y muchas veces no nos damos cuenta.
No debemos olvidar que en los primeros 6 meses de edad el niño recién nacido dispone en su mayor parte de los depósitos llenos de reserva de hierro que tuvo a lo largo de la gestación y del corte tardío del cordón umbilical.
La lactancia materna en un niño nacido a término y alimentado exclusivamente con lactancia materna, presenta menor riesgo de desarrollar anemia. Si tu bebe toma leche de fórmula, esta también cubre las necesidades de tu bebé.
La cantidad de hierro contenida en la leche humana madura es de alta biodisponibilidad (50%).
Al dar inicio a la alimentación complementaria no se trata solo de que nuestros bebés coman grandes cantidades, o que se coman todo. Lo que más importa es que lo que coman sea balanceado y de gran aporte nutricional. Por eso es importante ofrecer comidas ricas en hierro.
Tenemos 2 tipos de hierro:
- Hierro hem o hemo: Es el hierro de origen animal y se denomina hem o hemínico, en referencia a la sangre. Se encuentra en todas las carnes, especialmente, en las carnes rojas.
- Hierro no hemo: Este hierro es de origen vegetal y se encuentra en las espinacas, las arvejas, las lentejas, cereales, entre otros.
Para lograr una mayor absorción al ofrecer hierro no hemo, es importante ofrecer un alimento rico en vitamina C y de este modo mejorar su absorción.
Después del año, es importante ser prudentes al momento de ofrecer lácteos, ya que ofrecerlos en gran cantidad puede afectar e inhibir la absorción de hierro en nuestros niños. Un bajo nivel de hierro puede causar disminución del período de atención, reducción de la lucidez mental y problemas de aprendizaje en los niños
¿Cómo podemos prevenir la anemia en nuestros bebés?
- Pinzamiento oportuno del cordón umbilical:
Este pinzamiento oportuno, previene la anemia al asegurar una reserva óptima de hierro durante los primeros meses de vida.
- Lactancia materna:
La biodisponibilidad de hierro que contiene la leche materna es alta. Se absorbe hasta en un 50%, mientras que la absorción de hierro en sucedáneos (fórmulas) es del 10%. A pesar de esto, proporcionan suficiente cantidad de este elemento.
- Dieta rica en hierro al empezar la alimentación complementaria. Es importante una dieta balanceada y rica en hierro desde los 6 meses y acompañar con alimentos que mejoren su absorción. Recuerda que la leche de vaca no se debe ofrecer antes del año ya que disminuye la absorción de hierro y es muy difícil de digerir. Después del año, se recomienda ofrecer en modestas cantidades.
Los signos de alarma más comunes para detectar una posible anemia son:
- Mareos.
- Irritabilidad.
- Incremento del sueño.
- Cansancio.
- Palidez.
- Pérdida del apetito.
Ante cualquier síntoma inusual, siempre debes acudir con un profesional en el área para asesorarte correctamente. Si necesitas asesoría durante tu proceso de lactancia y/o alimentación complementaria, no dudes en contactarnos. Agenda tu asesoría aquí.
